Los hoteles estadounidenses son como en las pelis. Cama grande. Habitación grande. Televisión grande.
Están en las afueras, como este Fidalgo County Inn. Es un edificio de madera pintado de blanco en medio de un bosque de abetos de Douglas. Vamos a cogerlo con ganas. Llevamos ya 24 horas en pie y hemos maldormido un poco en el avión de Toronto a Seattle. Luego hemos agarrado el coche y nos hemos saltado por la noche una etapa entera para ganar el tiempo perdido por el jodido avión. El jetlag nos acuna entre sus algodones y caemos rendidos.
Un, dos, tres ¡A dormir!
martes, junio 24
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