El ferry viaja entre un laberinto de islas. Cimas antíguas de montañas heladas que son fiordos desde la última galciación.
Las aguas son tranquilas. El aire húmedo y frío. Vamos en la proa para ver aves (bird watcher nos llaman) y focas. En el fondo esperamos ver alguna orca, muy frecuentes en estas aguas según dicen.
Las islas están cubiertas de vegetación. Bosques mixtos dominados por coníferas y con algún madroño local de 30 metros que nos indican lo relativamente templado de la zona. Salpicadas aquí y allá hay pintorescas casitas, la mayoría con puerto adosado, que vienen costando entre 1 y 2 millones de dólares.
El viaje se hace agradable. Los paisajes son expectaculares, con las montañas del Parque Nacional de las Cascadas y los Montes Olímpicos en el orizonte.
A lo largo del viaje sale sol, cosa que a los "berd guachers" nos alegra, porque con el trajín del ferry hace un frío de cuidao.
Esta tierra singular se antoja dura en el día a día. Quizás por eso la gente es menuda y gruesa.
El ferry hace un par de paradas. La primera en "Orca's Island", dnde una alegre gaviota no ssaluda y me deja hacerle un retrato.
La segunda en "Friday Harbour", un puerto lleno de veleros y pintorescas casitas de madera pintada de mil colores, que se extienden ladera abajo hasta el mar.
Los bosques de Vancouver son expectaculares. Enormes coníferas de 50 metros que dan lugar a ambientes umbrosos. El sotobosque es rico en arbustillos d eporte más o menos rasrero y miles de helechos. Se parecen a aquellos en los que se perdían los duendes y los gnomos. Realmente todo un expectáculo.
martes, junio 24
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2 comentarios:
Debe ser un flipe esa tierra. Pon unas fotillos de algún bosque, o algo q no sea una puta gaviota.
En homenaje a tí, he puesto varias fotos de bosques. La verdad es que es dificil conseguir en una foto la magnificiencia de estos bosques. Imaginaros andando entre gigantes de 90 metros. La leche. Espero que con las fotos y mi escaso talento algo pille.
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